Sol de otoño

Evento con distribuidores y clientes mallorquines en las Bodegas José L. Ferrer (Mallorca) y el chef Santi Taura. Noviembre 2016.

Cuando se nos ocurrió la idea de reunir a nuestros distribuidores mallorquines con un grupo de clientes bulthaup en la isla para conocernos y disfrutar juntos de un día distendido y singular, pensamos que sería demasiado aventurado planificar un evento al aire libre. Pero tras haber visitado las Bodegas José L. Ferrer en el pueblo de Binissalem y presenciado el espectáculo de los viñedos, cruzamos los dedos para que la lluvia y el frío nos dieran tregua… y decidimos arriesgarnos.

Un paseo por las viñas de las bodegas Ferrer

Un par de semanas después, el día señalado amaneció radiante. Tras las presentaciones de bulthaup, del renombrado chef Santi Taura y de Pepe y María Roses Lambourne, representantes de la cuarta generación de las Bodegas José L. Ferrer, nos dirigimos hacia unas barricas de vino a modo de mesas dispuestas alrededor de unas brasas: el lugar donde Santi Taura nos había preparado su merienda de vendimia. Untamos rebanadas de pan tostado con una sabrosísima mezcla de tomate, aceite, caballa y algún que otro ingrediente secreto y nos dispusimos a compartirlas, degustando una copa de cava Ferrer, poniéndonos al día con unos y conociendo a otros, disfrutando del aroma del humo de sarmiento que permeaba el aire.

Copa en mano, Pepe Ferrer nos llevó al interior de las bodegas para guiarnos a través de las instalaciones y explicarnos los procesos de elaboración de los distintos vinos producidos por esta empresa familiar que, en los últimos años, ha logrado posicionar sus vinos entre los mejores de la oferta balear. Al llegar a la zona más antigua de la construcción, el espacio donde más se respira el peso de la tradición, nos reunimos alrededor de una larga mesa donde el chef había desplegado su original versión del queso con membrillo. Tras haber continuado nuestras conversaciones y comentando la visita recién concluida, seguimos a Santi Taura, quien, tomando de nuevo el relevo, nos sugirió un paseo entre las viñas.

Sabores mallorquines de la mano de Santi Taura

Bajo un sol todavía alto avanzamos entre tonos arcilla, naranja y miel. En el aire quieto, las viñas ofrecían una paleta casi inmóvil. Y de repente, una aparición: una deslumbrante mesa larga de mantel blanco, adornada a intervalos regulares con pequeñas composiciones de granadas y hojas de parra. Nuestras voces animadas se levantaron entre las hileras perfectas del viñedo y, una vez sentados, Santi Taura nos deleitó con su particular interpretación de los tradicionales fideus de vermar típicos de la vendimia local, absolutamente memorables. A continuación, degustando un excepcional solomillo de cerdo negro mallorquín con salsa de mosto y canela, la vista se nos perdía entre las hojas anaranjadas. El sol iba bajando, pero el cielo seguía diáfano; algunos se envolvieron en sus chales, pero nadie deseó estar en otro lugar.

Y allí seguíamos en cálida compañía cuando, ya a la altura de los cafés, se oyó un ruido extraño. ¿Una bocina? No. ¡Una trompeta! ¿Y ese otro? De entre las viñas empezaron a emerger cuatro figuras cuyos sonidos se fueron uniendo a ritmo de swing. La tuba, el ukelele, la trompeta y el washboard del grupo palmesano Monkey Doo marcaron el ritmo del momento más festivo de una jornada que todos recordarán. Incluso los más pequeños, como el nieto recién nacido de la familia Nicolau, quien no retendrá una impresión consciente, pero sí probablemente un poso de música y olores de tierra, de una tarde en brazos relajados y alegres.

Fotógrafo: Adrian Pedrazas Profumo